¿Cuán fuerte puede ser una amistad o un amor que incluso después de la muerte puedan permanecer juntos?
Hebaristo, el sauce que murió de amor, es sin duda una de las historias más tristes que a escrito el autor peruano Abraham Valdelomar. Se dice que este escritor se caracteriza por presentar obras que se inspiran en hechos de la vida cotidiana, que tengan temas sencillos y que dejen un mensaje profundo y nostálgico y en este cuento se pueden ver claramente estos puntos.
¿Alguna vez te has puesto a pensar si las llamadas "vidas paralelas" se dan en la vida real?

En este caso el sauce llamado Hebaristo, se marchitaba lentamente por no tener una gota de afecto (el polen de las abejas), pues había sido plantado por casualidad en una acera, sólo, sin nadie, aislado de los otros sauces y él tena un gran parecido al farmacéutico del pueblo que se llamaba Evaristo, el cual día tras día esperaba con ansias el regreso de un amor profundo, una joven que marco su corazón, el único amor de su vida. Ambos envejecían juntos, solitarios, ausentes, resignados, esperado al único amor que podría despertar en ellos la más pura sensación.